Las probabilidades de que una  profesora de física y un apicultor se crucen en una fiesta y entablen una conversación son pocas.Tan pocas como las probabilidades que tenemos todos los seres humanos de enamorarnos alguna vez en la vida. Las posibilidades de poder retroceder el tiempo son nulas y las posibilidades que un solo texto teatral nos ofrece para su puesta en escena son infinitas.

Este es el juego que nos propone ''Constelaciones'', obra escrita por el inglés Nick Payne; el amor, el desamor, las relaciones interpersonales,  la enfermedad, entre otras cosas. Todas sus otras posibilidades y aristas. Obra que se encuentra ahora en cartelera en el Teatro de Lucía bajo la dirección de Rodrigo Falla Brousset y con las actuaciones de Gisela Ponce de León y Jesús Neyra.

Dentro de esas posibilidades están también todos los caminos que tiene un director, los actores y todo el equipo artístico detrás de una obra de teatro y es precisamente ese acierto, o mejor dicho, desacierto en la creación del universo de esta obra el que llama la atención.

En esta puesta, las decisiones de arte son cuestionables: existen unas telas en la parte posterior y central del escenario que cuelgan desde el el techo cuya funcionalidad o simbolismo nunca esta claro, al igual que las líneas de masking tape que vemos en el piso del escenario que tampoco tienen razón aparente de ser. En todo caso, la lectura y sentido que le da el director a estas es una que no ofrece posibilidades de lectura al espectador. Tampoco sé si existe una justificación para la falta de prolijidad en ellos.

El diseño de luces, en general, deja mucho que desear; hay muchos momentos raros durante toda la obra, momentos en donde la luz no esta bien puesta (o tal vez los actores no siguieron las indicaciones), pero por encima de todo eso hay una luz azul y una araña que entran en juego cada vez que se necesita hacer un cambio de universo. Una luz simplemente molesta y una vez mas, desprolija y aunque la araña es un bonito elemento decorativo, no siento que salga de ser decorativo para pasar a lo teatral, por más que sea una clara propuesta de representar a las estrellas.

El vestuario es cotidiano;  unos jeans, un pantalón , una blusa y camisa que se asemejan no solo en color si no también en textura a las telas puestas en el escenario. Dentro de la propuesta de arte simple o ''minimalista'', estos elementos fallan. Si hay algo por lo que el minimalismo destaca es por la simpleza y prolijidad, características que la puesta no logra conseguir.

En cuanto a la dirección de actores y organización de espacio/composición de escenas,  hay un claro intento de usar niveles dentro y fuera del escenario, de movilizar a los actores, de darle dinamismo a la puesta de un texto que de por sí ya propone un dinamismo que va mas allá del movimiento físico y si bien se logra, lo hace sin riesgos. 

Dentro de esto, la parte mas penosa es la dejadez que hay con el trabajo con los actores y la construcción de sus personajes. Gisela Ponce de León, una de las actrices con el más grande talento y potencial del país, esta dentro de una comodidad en cuanto a cuerpo, voz e interpretación que se siente repetida, desgastada y hasta mas cercana a ella (o al personaje que ella ha creado de si misma) que al personaje de Marianne. Es claro que ella está concentrándose en su trabajo, se emociona, se molesta,  llora pero llega a un ''techo'' que no es el suyo. Ella escucha y confía en su director y a veces esa entera confianza y ese poco reto para consigo le juega en contra.

En cuanto a Jesus Neyra, también hay un sentimiento de poca profundidad en la construcción de su personaje, pero mas allá de eso, hay un gran problema con la entonación que usa en los textos que lanza (la mitad de ellos sin contundencia) que deberían ser afirmaciones con punto final pero son lanzados como si fueran preguntas o una seguidilla de pensamientos sin importancia alguna.  El problema empieza ligero y conforme avanza la obra se descontrola y simplemente todo lo que viene después es con esa entonación y termina por incomodar. Responsabilidad entera del director que no corrigió esto a tiempo.

La obra recién arranca su segunda semana y si las condiciones están de su lado se podrían hacer reajustes para que esta puesta sea recordada por las razones correctas. Potencial hay.